martes, 16 de agosto de 2011

Servicio al Cliente

Esto va a sonar muy mal para mi querida Venezuela, pero lamentablemente es cierto, vengo de un lugar donde (en mi experiencia) la atención al cliente por lo general es un absoluto chiste, hay excepciones a esa regla por supuesto, pero como norma uno casi está agradecido de que alguien le proporcione un servicio, hay que soportar caras irritadas y comentarios tipo "si no te gusta, vete a otro sitio", eso por no mencionar al vendedor que es demasiado “cool” para venderte algo y se molesta porque lo perturbas entrando a su tienda, evidentemente hacer una queja a esta gente tan dedicada estaría totalmente fuera de lugar, porque, como premisa, todo es tu culpa, por desgracia, como sucede con muchas otras cosas, nos acostumbramos a que eso es normal, lo que hacemos es tratar de evitar conflictos y encontrar otra forma de resolver nuestro problema, bueno ... no puedo decir eso con mucha propiedad porque tengo mi historia de complicarle la vida a esos vendedores que me sacan de quicio.


Durante estos meses viviendo en Melbourne me he dado cuenta de que el servicio al cliente es más que un mito, que en realidad existe, a veces en exceso y es simplemente ridículo, sí, estoy hablando de la niña demasiado feliz en el banco que insiste en acompañarte de la puerta al cajero, o la joven siempre sonriente de la aerolínea que te anuncia que tu vuelo se ha retrasado 4 horas.


Hoy por ejemplo, fui al supermercado y el cajero marcó que le había pagado en efectivo cuando realmente le iba a pagar con mi tarjeta, inmediatamente se da cuenta de la equivocación y entra en una especie de colapso nervioso, ve para todas partes, nadie sabe qué hacer, el supervisor viene y dice "hay un código para estos casos pero yo no lo recuerdo", prueban cosas diferentes, nada funciona, he estado esperando máximo unos 5 o 6 minutos y los veo con tal crisis que les digo
"mira, si el rollo es tan grande, voy al cajero automático y traigo el efectivo, no es gran problema", la cara del supervisor se ilumina como si hubiese resuelto el sudoku del día y dice "lo podemos hacer desde de aquí ", así hicimos, todo salió bien, todos contentos , agarro mi bolsa y me voy.


Pasan 30 segundos y estoy caminando por el
oscuro estacionamiento cuando oigo a alguien corriendo detrás de mi desesperado, dije “me atropellaron”, pero entonces oigo que lo que gritan es "discuuuulpeeee!!!!!!", me doy la vuelta y es el supervisor del supermercado corriendo hacia mí con un chocolate enorme en la mano....." Lo siento mucho, eso no debería haber pasado, por favor tenga esto por toda la molestia causada ", ahora, yo se que ese chocolate no es necesariamente caro ni nada especial, pero ¿qué tal? Tengo chocolate gratis "por la molestia" de que me retuvieran ahí 5 minutos, una cosa tan simple se traduce en mi mente como excelente servicio al cliente, pueden apostar a que voy a seguir comprando en ese supermercado y muerta de la risa, porque ellos saben cómo jugar con mi mente para que piense que les importo mucho como cliente y a mi mente le gusta que jueguen con ella en ese sentido, sin duda una situación ganar-ganar.

2 comentarios:

Koalita. dijo...

Igualito que aquí.. pareciera que le estuvieras pidiendo un favor a alguien... jum!

Adriana C Lopez dijo...

jajajaj que post tan buenooooo!!!!!!! jajajajaja me reí de principio a fin... De pana que aqui yo paso cada arrech*$%# cada vez que voy, por ejemplo, a un servicio Digitel... no has terminado de hablar y ya te dicen "no se puede" sin ni siquiera mirarte a la cara, sino que siguen viendo la pantalla de su computadora... grrrrr!!!!!! Esta demasiado bueno este post!!