sábado, 26 de julio de 2014

jueves, 1 de mayo de 2014

Yo Te Dije

¿Cuántas veces les han dicho “Yo te dije”?


¿Cuántas de esas veces el “Yo te dije” ha sido más irritante que el motivo del reclamo?


Resulta que hay una gran cantidad de gente aparentemente apegada al sentido de la anticipación. Pero no para prepararse ellos, sino para justificar lo que le hacen a otros.



Por ejemplo:


El plomero te da dos posibilidades, pasa 2 horas tratando con la primera y luego te dice “Vamos a tener que tratar con la segunda, yo le dije que no iba a funcionar”.


Tu hermana se va todo el día y deja a tu sobrina echando “varilla” en la casa. Cuando llega y le reclamas te dice “Yo estaba almorzando y en el cine, yo te dije”.


Tu mamá te saca el efectivo que tenías en la cartera sin avisarte y cuando le preguntas te dice “Es que no me daba chance de ir al cajero y así era más práctico ¿no te dije?”


El encargo no se tarda 2 días, se tarda 4… “Yo te dije”


Mi carro está en tu puesto… “Yo te dije”


Compre otro color de pintura… “Yo te dije”


Y uno todavía se toma unos segundos de reflexión para descartar que esté perdiendo la memoria. Como si el problema fuera de conocimiento, parece que esperaran que les dijeras “ah claro todo este tiempo me he sentido un poco irritada pero que ya que me recuerdas que me lo habías dicho, no hay problema, todo inconveniente queda borrado”.


Para mí, el “yo te dije” es como el primo hermano de “ya lo iba a hacer”, ahijado de “lo tengo pendiente” y amigo entrañable de “eso lo hago rapidito”. Son frases que no significan nada para el que requiere de alguna acción. Es ese “si vendemos, pero ahorita no hay”, “si la vi, pero no me acuerdo”, “lo iba a hacer, pero se me olvidó”, “me iba a parar, pero me quede dormido”, “mañana voy”. Y ni hablar de "yo te iba a decir", esa sí es una cachetada al sistema nervioso.


Y te quedas ahí, cayendo mentalmente en el espiral aparentemente anunciado. Repitiendo tu mantra de preferencia. El mío desde hace años es “Soy una roca, nada me mueve”.


Y no pasa nada.


Yo me voy a mandar a hacer un sello personal que diga "te escuché", y se lo pongo en la frente a todo el que me diga algo que deba recordar. Así cuando me diga "yo te dije" le voy a poder decir "ya veo".


La próxima vez que le digan a alguien “Yo te dije”, noten como queda en un estado de anestesia general. Incrédulo ante lo que escucha e inseguro sobre la reacción a mostrar.


¿Les ha pasado? ¡Yo les dije!





domingo, 20 de abril de 2014

De Maracay a La Colonia en 4 horas… y contando

De Maracay a La Victoria se llega en aproximadamente 20 minutos. De La Victoria a La Colonia Tovar hay 35 kilómetros. Uno espera entonces que el trayecto Maracay - Colonia Tovar tome poco más de una hora. ¿No? ¡No!


La siguiente es una crónica real, contada desde el sentido del tiempo de un venezolano:


La Decisión



Jueves 6:00pm
Se toma la decisión de ir a pasar el viernes en La Colonia. Vamos a hacer mercado para salir a las 7:00am

Jueves 7:00pm

Los mercados cerraron temprano por ser Semana Santa… no se pudo. Toca ir mañana antes de salir. Nuestro conductor designado dice que si no es a las 7:00 no salimos.


La Salida


Viernes 7:00am
Los despertadores suenan, comienzan las peripecias de 4 mujeres y un solo baño. Café negro para evitar consecuencias de la lactosa en el camino.


Viernes 8:00am
¡Todas listas! Y nuestro conductor designado… aún duerme…


Viernes 9:00am
Estamos en el estacionamiento, pero aún no salimos


Viernes 9:20am
Seguimos en el estacionamiento


Viernes 9:30am
Saliendo al supermercado


Viernes 10:00am
Haciendo mercado


Viernes 10:30am
Haciendo la cola para pagar el mercado


La Salida Real



Viernes 10:40am
¡Saliendo!


Viernes 11:15am
Uno de los carros se accidenta en La Victoria


Viernes 12:00
El carro se accidenta por segunda vez


Viernes 12:30
Tenemos un McDonalds cerca pero hoy no se come carne. Sale papas fritas para todos


Viernes 1:00pm
Solucionando el tema del carro


Viernes 1:30pm
Nos vienen a buscar en otro carro


La Salida Real… Ahora si



Viernes 2:00pm
Vamos en la vía


Viernes 2:30pm
¡¡¡Al fin llegamos!!!! La casa es bella, la vista aún más

La Colonia Tovar



El Paseo



Viernes 4:00pm
Ya dejamos todo en la casa, ¡vamos de paseo!


Viernes 4:30pm
Se accidenta el segundo carro por la cola en bajada. El primer carro se pierde de vista. No nos ven accidentados.


Los Consejos de Otros Conductores



Viernes 4:45pm
Nos gritan “baja en primera mi amor”


Viernes 4:50pm
Policía se mete en el carro para explicarnos como se mete primera. No nos cree que sepamos meter primera. Se da cuenta de que sigue igual y dice “esta cola no baja ahorita”


La Búsqueda del Otro Carro



Viernes 5:00pm
Dejamos el carro estacionado, comenzamos a caminar buscando a la gente del otro carro. No hay señal de celular. Señora de puesto de muñecas dice “para irse sin cola tiene que ser a las 7:30, pero antes de las 8:00 porque comienza la procesión”


Viernes 5:30pm
No hemos conseguido a nadie, consideramos buscar una posada y quedarnos pero no hay cupo. Tocará dormir en el carro. Aún no conseguimos a la gente del primer carro.

Paseando por La Colonia Tovar



Viernes 5:45pm
¿No hay razón para no comerse unas fresas con crema en medio del drama no?


Viernes 6:00pm
Seguimos varadas


El Rescate



Viernes 7:00pm
Conseguimos un centro de comunicaciones a punto de cerrar. Encargado nos deja entrar. La llamada cae, el otro carro esta por irse. Les digo “el carro está estacionado frente al puesto de muñecas” (como si eso fuera una referencia válida en un sitio como la Colonia Tovar). Comenzamos la subida maratónica al punto de encuentro. En el camino vemos al otro carro! “¡Los están esperando! ¡Alguien les va a manejar!”. Seguimos subiendo, y subiendo, y subiendo.


Viernes 7:30pm
Llegamos! El carro prende, no falla más, no hay cola. Pero tampoco hay llave del portón y nos quedamos en el medio de la nada, esperando. Hay alguien mas esperando, en quien decidimos confiar para no asustarnos más. Lleva unos tragos de más y escucha reggae a todo volumen.


Viernes 7:45pm
¡¡¡Llegamos a la casa!!!


El Desenlace



La visita relámpago a la Colonia no nos dejó ni una cajita de fresas. Pero la vista era linda ¿no?

Paisaje La Colonia Tovar






lunes, 14 de abril de 2014

Los Reyes del Casi Spoiler

El problema de ver programas “de culto” es que hay demasiada gente bien informada de lo que va a pasar. Cuando uno veía Grey’s Anatomy había menos posibilidades de que alguien te estuviera contando lo que iba a pasar. Había cabida para especulación, ¡que es una cosa que entretiene tanto!

Pero ahora todo el mundo se ha leído todos los libros de la faz de la tierra. Cosa que me alegra porque hay una esperanza de alfabetización para el planeta, pero ha llegado el virus mas peligroso de todos… ¡el SPOILER! Prefiero que me de una gripe a estar sentada frente a la pantalla y que me digan “¿ay tu no leíste el libro? ya vas a ver lo que pasa en esa escena”. Si estoy frente a la pantalla, no necesito que me adviertan que voy a ver algo, porque a no ser que se vaya la luz es OBVIO que lo voy a ver.


Para ser sincera creo que prefiero que me digan el spoiler de una vez a que me den una pista de lo que va a pasar. Me parece profundamente irritante que alguien anuncie “ya van a ver lo que pasa en la escena de la playa”. ¡Mejor dime que todos se ahogan! Porque es peor pasar toda la película esperando la escena de la playa y que luego sea un evento intrascendente. Esto va con el que hace años me dio un falso final para obligarme a terminar de leer “Veronica decide morir”. Mi decisión era correcta, debía dejar de leer ZZZzzzz.

Ojo, una cosa es que existan historias absolutamente predecibles y otra que te anuncien donde te vas a reir, o peor aún “seguro lloras cuando aparezca el abuelito”. Recuerdo que mi primera gran decepción cinematográfica fue Sexto Sentido, porque cuando la fui a ver ya tenía todos los detalles de la película y fue un aburrimiento total.

Por los motivos antes mencionados, uno termina escondiendo la intención de ver alguna película o serie. Como medida de precaución ante los expertos. Hay que apagar el celular o desconectar el módem durante la hora de transmisión. Si alguien te pregunta si ves Game of Thrones dices “no, nunca lo he visto”, cuando realmente tuviste que ver el capítulo con una bolsa de papel para controlar tu hiperventilación.

Cuando te preguntan por “True Blood” dices “¿esa es la de los vampiros?”, cuando tienes una pijama que dice “VILF”. Si te preguntan por Harry P…. bueno, si aún les hacen spoiler de Harry Potter es momento que tomen un tren expreso al presente porque se quedaron atrás. De la plataforma 9 ¾ tengo entendido que hay unos muy cómodos, con un servicio de refrigerios sin igual.

Todo eso o, entregarnos a la idea de que siempre va a haber alguien que vio la película primero, que ya leyó los libros o que recibe correos fantasmas del autor. Y aprender a vivir con esa dura realidad.

Por ejemplo, ¡yo aún no he terminado de ver el Rey León! Estoy tan ilusionada de ver a Mufasa como abuelo, shhhhh ¡no me digan como termina!

¿Cómo? ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Qué Mufasa quéeeee???????????

martes, 25 de febrero de 2014

¿Y a ti te pagan por eso?

Quiero dedicar este post a todos los que menosprecian el trabajo de otros sin siquiera intentar hacerlo por un día.

“¿Y qué es lo que tú haces? ¿Escribir? ¿Y por eso te pagan? ¿Por estar en la computadora todo el día? ¡Mira fulano! ¡A ella le pagan por hacer nada todo el día! ¿Que si se cansa? ¿Como se va a cansar si no hace nada? Que sabroso”

Y es que, existe esta creencia popular de que sólo se cansa el que tiene un trabajo físico. De que sólo trabaja el que suda y de que sólo se esfuerza el que tiene ampollas en los pies. Obviamente hay trabajos muy físicos que generan un desgaste que los trabajos de oficina. Yo particularmente no me quejaría de un dolor de pies frente a alguien que pasa el día recogiendo basura por toda la ciudad. O de mucha presión laboral frente a un médico de guardia en un hospital. Pero ciertamente quienes trabajamos “frente a la computadora” no estamos todo el día cuidando la granjita de facebook… bueno, no todos.

Lo que me llama la atención es:

¿Por qué el que menosprecia al diseñador siempre es el que no sabe ni armar una presentación en power point?

¿Por qué el que menosprecia al escritor es el no sabe ni que significa que la mitad de su documento en word este subrayado en rojo?

¿Por qué el que menosprecia al programador es el que no sabe ni donde esta la opción “panel de control” en su computadora?

¿Por qué el que menosprecia al contador es el que siempre echa el chistesito de “Debe y haber? No se, pero debe haber algo juaz juaz juaz”...?

¿Por qué el que menosprecia al publicista es el que no sabe la diferencia entre comercial y propaganda?

En fin, pareciera que hay un patrón de desprecio por lo desconocido, hasta que… ¡¡¡NECESITAN AYUDA!!! En ese momento reconocen que no pueden hacer lo que “tan fácilmente” hace el otro. Y empieza aquello de “mira, tú que seguro tienes todo montado en la computadora, arréglame esto un momentico”.

Ojo, también hay gente extremadamente sensible con el tema. Nadie tiene porque estar al tanto de los intrínsecos técnicos de tu profesión y no te vas a molestar cada vez que te pregunten por “la cosita” o “el bichito”. Ni le vas a buscar el tono ofensivo a cada pregunta. ¡Imagínense la úlcera!

Pero mi sugerencia es que intentes explicar una o dos veces que tu trabajo no es jugar solitario todo el día. Si aún te dicen a la menor oportunidad que te ganas los reales fácil, déjalo así. Porque ya se trata de gente que no quiere entender y que probablemente esta drenando algún tipo de frustración propia. Y como uno no es psicólogo mejor no lidia con eso. Tendrá que llegar el momento en que el critico encuentre su vocación y entienda lo que significa dedicarse a crecer como profesional. Que no necesariamente significa “ganar bastante real”.


martes, 4 de febrero de 2014

El Horóscopo Matutino


Esta mañana por una graciosa coincidencia de mi decodificador el TV prendió en un canal que casi nunca veo. Lo divertido fue que estaban pasando uno de estos shows de horóscopo matutino y estaba dedicado a la numerología.

Tal como sucede con los signos, el “guía espiritual” advierte a cada número de los sucesos que pueden darse en el día. Si ya por signo es general, se imaginarán lo que pasa con los números.


Según recuerdo era algo así:

Los Número 1 deberán distinguir el bien del mal

Los Número 2 superarán un obstáculo durante el día

Los Número 3 irán a hacer mercado… y no encontrarán lo que buscan

Los Número 4 deberán vestirse de verde para atraer el dinero

Los Número 5 recibirán una noticia inquietante

Los Numero 6 harán una llamada telefónica… a menos que no tengan saldo

Los Número 7 caerán en un hueco… a pie o en carro

Los Número 8 se quedarán sin batería en su celular… o sin celular, depende de su suerte

Los Número 9 se ensuciarán la ropa blanca

El guía no lo dijo pero yo pienso que debemos tener un mínimo de sentido de convivencia y evitar interrumpir los procesos del otro. Es decir, si yo soy número 2 no puedo estarme ensuciando la ropa blanca. Eso le corresponde al número 9. En todo caso puedo limpiarme la mancha rápido para decir que supere mi obstáculo.

De repente también podemos acumular procesos. Si el guía me dice hoy que me voy a romper el tacón, yo le puedo decir “eso fue ayer, dame la indicación de mañana”. De tal manera que optimicemos el proceso. O dices “es verdad, yo hoy me levanté sintiéndome más 7 que 8”.

Numerología básica!

Y ustedes qué número son?

domingo, 12 de enero de 2014

La Nubecita Gris

Que chévere es cuando tú le preguntas a alguien “¿Cómo estás?” y la respuesta es “¡Muy bien!”... pero eso pasa poco. A mi en particular me irrita la gente que te responde “Bien” casi en tono de disculpa. Como si tuvieran un problema grandísimo y lo que les pasa es que no consiguen el repuesto del retrovisor del carro.

El problema también es que la gente no te permite estar bien. Tú respondes “todo chévere” y por detrás dicen “es que ella es hermética, no le gusta hablar de sus problemas”. Asumiendo que tienes que estar consternada con todos los problemas de tu vida que a ellos les parecen evidentes.

Ahora, hay un especie en particular que yo recomiendo evitar a toda costa. Me gusta llamarle
“La Nubecita Gris”. Esta gente vive para quejarse y necesita hacerte saber lo mal que están, o lo bien que están pero todo lo que les salio mal en el camino.

Esa gente que te dice “¿Tú debes 25? ¡No chica! ¡Yo debo 12.500.037.151! ¿Y fulana? fulana debe más porque esa tiene mucha plata, ¡vieras el viaje que se echó!”. Y tú te haces 3 preguntas:


1) ¿Cómo sabe el que yo debo 25?
2) ¿Que me importa a mi que el deba 12.500.037.151?
3) ¿Por que tengo que saber de fulana si yo no la conozco?

Y no crean ustedes que esa conversación se va a quedar ahí, no no no. Tú vas a salir de ese almuerzo con información de los planes de divorcio de este fulano y los detalles de la repartición de bienes de todos sus allegados.

Por otro lado esta el experto global. “¿Tu viviste en Australia? ¡Allá no se puede vivir! ¡La gente se va a darse la gran vida y creerse la gran vaina pero el gobierno te quita tus impuestos!”, a lo que uno se limita a preguntar “¿Y cuánto tiempo viviste allá?”, para que la respuesta sea “Nunca he ido, pero la gente tiene que irse con base, no a loquear”... ah ok.

El siguiente miembro de la especie es la nubecita tracalera. Ese que siempre anda buscando como sacar una comisión de las actividades más comunes. “Tu me dices y yo resuelvo” parece ser su lema en la vida. “¿Te vas a comprar eso? Yo tengo un pana que te lo consigue a la mitad!”.

Y mi favorito es el nubecita gris echón… de lo que no tiene. “¡Aquí la gente vive de las apariencias! Yo no puedo llegar a mi trabajo en taxi, imagínate!, por eso tengo un carrazo casi comprado pero tengo que esperar reunir para la prima del seguro”, “¿No sería mejor que compraras un carro más económico entonces?” le dice uno en un ingenuo momento de sentido común, “No, si para comprarme uno que sea menos carro, mejor paro para comprar el otro”... “¿Y el seguro?”... “Uno después resuelve, en la vida se avanza es así, metiéndose en peos”.

Lo cumbre del caso es que uno es juzgado y execrado por esta gente por no saber jugar un rol en su círculo social. Y hay quienes llegan a disculparse por ti diciendo “Ella es así, extraña”.

Porque resulta amigos míos, que quienes no nos dejamos absorber por dicha nube somos los asociales.

¡Que nunca les falte un paraguas compañeros! ¡Todos en campaña por una vida sin nubes grises!