miércoles, 25 de noviembre de 2009

Procrearse? o Esterilizarse? hay quienes deberían tener ese dilema!

Últimamente me he dado cuenta de la incapacidad que tienen algunas personas para tratar a los niños, no se trata de que yo sea una maravilla, pero hay casos peores que el mío, se los juro! Los he visto!, creo que hay que inventar algún dispositivo que imposibilite la reproducción de aquellas personas que no pueden lidiar con la descendencia, como? Ah verdad que ya existen! ANTICONCEPTIVOS!!!!!! Usted que tiene suficiente tiempo libre para leer esto, reflexione, pregúntese si le haría un favor o un daño al mundo, si se considera apto para criar a un hijo y puede hacerlo pues adelante, embarácese, adopte o recoja a un nuevo habitante para esta locura de mundo, hace falta gente como usted! de lo contrario, absténgase.

Lo mismo va para quienes eligen trabajar con niños y luego…..oh sorpresa! Descubrió que no le gustan! Que no les tiene paciencia! Y suceden entonces las cosas como las que a continuación les voy a comentar, como siempre son casos reales de los que fui testigo (para mala suerte de sus protagonistas) y de los que me permito dejar constancia por escrito.

Caso 1: La Enfermera

Fui a visitar a alguien de la familia que estaba hospitalizado, entre una cosa y la otra encuentro un minuto de silencio, minuto que se interrumpió por la siguiente escena en una habitación cercana:

Protagonistas: Niño enfermo (aprox. 8 años), Mamá del niño, Enfermera

Situación: Hay que inyectar al niño

Desarrollo de la escena:

Enfermera: “Le toca una inyección”
Niño: “No quiero”
Mamá: “Colabora para que te cures”
Enfermera: “Mira, le voy a quitar la aguja para que no te duela”
Niño: “Y como me va inyectar sin aguja? Eso no funciona así!”

Interrupción: En mi cabeza grito, “Tooooooooooomaaaaaaa, tu crees que este es pendejo? Este niño me cae bien” Continuamos:

Enfermera: “Mira que no hace nada”
Niño: “Yo veo q esta chupando aire, eso me va a pasar en la nalga, me va a doler, no quiero!”
(Niño arranca a llorar y a gritar histéricamente)
Mamá: “Así no te vas a curar!”
Enfermera: “Cállate! No llores que vas a hacer que me duela la cabeza!”
Niño: “Y a mi me va a doler mi nalga!”

Fin de la escena

Ahora ustedes me dirán, ¿es problema de ese niño si a la enfermera le va doler o no la cabeza? Métete a instructora de yoga! Así no haces llorar a nadie y vives en el ambiente de paz al que renunciaste en ese brillante instante cuando decidiste: “Voy a ser enfermera pediátrica!, seguro que ahí nadie va a llorar o a quejarse por una inyección! Mis pacientes serán seres totalmente racionales que entenderán la importancia de su tratamiento!”

Caso 2: El vuelto

Protagonistas: Cajera de la Panadería, Niña (aprox. 9 años) y Papá Molesto

Situación: Papá molesto afirma que le dio a la hija un billete de Bs.10 pero la cajera dice que el billete era de Bs.5.

Desarrollo de la escena:

Papá molesto: “Señorita, yo mandé a mi hija con un billete de 10 a comprar un papel higiénico.”
Cajera de la Panadería: “No señor, fueron 5, le cobre 3,50 y le devolví 1,50”
Niña: “Yo no tengo mas nada en los bolsillos”
Papá molesto: “A mi siempre me cobran el papel en 3”
Cajera de la Panadería: “Si quiere vaya a preguntar y le devuelvo los 0,50”
Papá molesto: “Es que yo le di a ella fue un billete de 10”
Cajera de la Panadería: “No señor, fueron 5”
Papá molesto: (hablándole a la niña) “te das cuenta? No puedo confiar en ti! Eres peor que una niña de 8 años! Eres una imbécil! Ahora me vas a pagar!”
Niña: “Papá pero mira! Yo no tengo mas nada!”
Papá molesto: “Idiota!”

Fin de la escena

Ven lo que les digo de los anticonceptivos? Vasectomía le sale a este energúmeno! 5 bolívares! 5 bolívares desencadenaron la catástrofe!, que desfachatez de esa niña de perder 5 bolívares después de ir a buscarle un papel a su papa para que se limpiara el &%$! Papá que por lo visto siempre compra el papel en 3 bolívares porque es incapaz de acercarse al supermercado a comprar 4 rollos! Imagínense, eso cuesta más de los 5 que su hija idiota le botó! Ahora tiene que pagar! Que aprenda esta lección, y que corra cada vez que su papá este comiendo caraotas o tomándose una merengada de cambur porque seguro le va a tocar bajar a la panadería de nuevo a lidiar con la vergüenza de haber perdido 5 bolívares el día que su papá puso la gran $%/•”/%($ comprando el rollo de papel en 3,50.

En fin, podría contarles muchos más desaciertos como estos pero me va a tocar escribir un libro, y ya saben, cualquier parecido con la realidad……….evite las coincidencias! ;-)