domingo, 28 de abril de 2013

¿Y qué más? ¿Qué me cuentas?


Para las relaciones amorosas de larga distancia existe el dicho “Amor de lejos felices los cuatro”, pero para las amistades de larga distancia hace falta uno también. Sea por el tiempo que tengas sin hablar con alguien o por un tema geográfico, es difícil ajustar tus conversaciones de lo cotidiano al chequeo general.

Uno tiene a los amigos clasificados: el de los temas tecnológicos, el de los temas de farándula, el de los temas sociales, el de los temas profundos, etc. Con las amigas existe la facilidad de que son multitemas. Es un asunto de programación genética supongo.

Una amiga siempre va a encontrar un cuento que echarte y la conversación puede durar horas. Un amigo en cambio se puede quedar en “todo bien” y “me alegra”. Francamente, esa puede ser considerada una conversación exitosa. En mi caso, tengo dos amigos que son la excepción absoluta a esa regla. Con ellos puedo pasar horas hablando de nada como comadres en planta baja.

Por ejemplo:


Con un amigo

Tú: ¿Y qué más? ¿Qué me cuentas?

Él: todo bien como siempre, en la rutina


Punto 1: Si tu amigo vive en "el primer mundo" probablemente su vida realmente siga igual, no hay eventos que comentar

Punto 2: es hombre, para él esta es una conversación completa

Punto 3: lo que ha hecho puede ser cuestionable desde el punto de vista femenino, por ende, no te lo va a contar


Con una amiga

Tú: ¿Y qué más? ¿Qué me cuentas?

Ella: todo chévere, bueno excepto lo de siempre, tú sabes. Ahorita vengo del mercado y me quedé loca con los precios. Y no sabes la última! ¿Te acuerdas de fulanito? Está salado! Lo han chocado 2 veces en lo que va de mes, pérdida total en ambos casos. El otro día vi a fulanita, no es por nada pero se ve como demacrada, lo digo porque ella era bellísima. Bueno ¿y tú? ¿qué me cuentas?. Miiiira, estoy leyendo un libro buenísimo! Me acordé de ti y todo cuando lo compre.

Punto único: aquí o en la china, las mujeres siempre tenemos cosas que contarnos 

No hay manera, por más que mantengas contacto frecuente, una amistad a larga distancia siempre va a tener lagunas comunicacionales. Con hombres o mujeres puede suceder. Honestamente, habría que tener una cantidad infinita de temas en común para evitarlo.  Es imposible no caer en el “¿y qué más?” o en el “ah si, me habías contado”. Lo que toca es reestructurar la conversación, no puede fluir igual entre quien comparte tu realidad diaria a con quien vive en el otro lado del mundo.

Lo bueno de todo esto es que whatsapp, facebook, twitter, instagram y el internet en general están allí para ayudarnos. Como dice el gran Barney: hola amiguitos!!!