domingo, 12 de enero de 2014

La Nubecita Gris

Que chévere es cuando tú le preguntas a alguien “¿Cómo estás?” y la respuesta es “¡Muy bien!”... pero eso pasa poco. A mi en particular me irrita la gente que te responde “Bien” casi en tono de disculpa. Como si tuvieran un problema grandísimo y lo que les pasa es que no consiguen el repuesto del retrovisor del carro.

El problema también es que la gente no te permite estar bien. Tú respondes “todo chévere” y por detrás dicen “es que ella es hermética, no le gusta hablar de sus problemas”. Asumiendo que tienes que estar consternada con todos los problemas de tu vida que a ellos les parecen evidentes.

Ahora, hay un especie en particular que yo recomiendo evitar a toda costa. Me gusta llamarle
“La Nubecita Gris”. Esta gente vive para quejarse y necesita hacerte saber lo mal que están, o lo bien que están pero todo lo que les salio mal en el camino.

Esa gente que te dice “¿Tú debes 25? ¡No chica! ¡Yo debo 12.500.037.151! ¿Y fulana? fulana debe más porque esa tiene mucha plata, ¡vieras el viaje que se echó!”. Y tú te haces 3 preguntas:


1) ¿Cómo sabe el que yo debo 25?
2) ¿Que me importa a mi que el deba 12.500.037.151?
3) ¿Por que tengo que saber de fulana si yo no la conozco?

Y no crean ustedes que esa conversación se va a quedar ahí, no no no. Tú vas a salir de ese almuerzo con información de los planes de divorcio de este fulano y los detalles de la repartición de bienes de todos sus allegados.

Por otro lado esta el experto global. “¿Tu viviste en Australia? ¡Allá no se puede vivir! ¡La gente se va a darse la gran vida y creerse la gran vaina pero el gobierno te quita tus impuestos!”, a lo que uno se limita a preguntar “¿Y cuánto tiempo viviste allá?”, para que la respuesta sea “Nunca he ido, pero la gente tiene que irse con base, no a loquear”... ah ok.

El siguiente miembro de la especie es la nubecita tracalera. Ese que siempre anda buscando como sacar una comisión de las actividades más comunes. “Tu me dices y yo resuelvo” parece ser su lema en la vida. “¿Te vas a comprar eso? Yo tengo un pana que te lo consigue a la mitad!”.

Y mi favorito es el nubecita gris echón… de lo que no tiene. “¡Aquí la gente vive de las apariencias! Yo no puedo llegar a mi trabajo en taxi, imagínate!, por eso tengo un carrazo casi comprado pero tengo que esperar reunir para la prima del seguro”, “¿No sería mejor que compraras un carro más económico entonces?” le dice uno en un ingenuo momento de sentido común, “No, si para comprarme uno que sea menos carro, mejor paro para comprar el otro”... “¿Y el seguro?”... “Uno después resuelve, en la vida se avanza es así, metiéndose en peos”.

Lo cumbre del caso es que uno es juzgado y execrado por esta gente por no saber jugar un rol en su círculo social. Y hay quienes llegan a disculparse por ti diciendo “Ella es así, extraña”.

Porque resulta amigos míos, que quienes no nos dejamos absorber por dicha nube somos los asociales.

¡Que nunca les falte un paraguas compañeros! ¡Todos en campaña por una vida sin nubes grises!