martes, 25 de febrero de 2014

¿Y a ti te pagan por eso?

Quiero dedicar este post a todos los que menosprecian el trabajo de otros sin siquiera intentar hacerlo por un día.

“¿Y qué es lo que tú haces? ¿Escribir? ¿Y por eso te pagan? ¿Por estar en la computadora todo el día? ¡Mira fulano! ¡A ella le pagan por hacer nada todo el día! ¿Que si se cansa? ¿Como se va a cansar si no hace nada? Que sabroso”

Y es que, existe esta creencia popular de que sólo se cansa el que tiene un trabajo físico. De que sólo trabaja el que suda y de que sólo se esfuerza el que tiene ampollas en los pies. Obviamente hay trabajos muy físicos que generan un desgaste que los trabajos de oficina. Yo particularmente no me quejaría de un dolor de pies frente a alguien que pasa el día recogiendo basura por toda la ciudad. O de mucha presión laboral frente a un médico de guardia en un hospital. Pero ciertamente quienes trabajamos “frente a la computadora” no estamos todo el día cuidando la granjita de facebook… bueno, no todos.

Lo que me llama la atención es:

¿Por qué el que menosprecia al diseñador siempre es el que no sabe ni armar una presentación en power point?

¿Por qué el que menosprecia al escritor es el no sabe ni que significa que la mitad de su documento en word este subrayado en rojo?

¿Por qué el que menosprecia al programador es el que no sabe ni donde esta la opción “panel de control” en su computadora?

¿Por qué el que menosprecia al contador es el que siempre echa el chistesito de “Debe y haber? No se, pero debe haber algo juaz juaz juaz”...?

¿Por qué el que menosprecia al publicista es el que no sabe la diferencia entre comercial y propaganda?

En fin, pareciera que hay un patrón de desprecio por lo desconocido, hasta que… ¡¡¡NECESITAN AYUDA!!! En ese momento reconocen que no pueden hacer lo que “tan fácilmente” hace el otro. Y empieza aquello de “mira, tú que seguro tienes todo montado en la computadora, arréglame esto un momentico”.

Ojo, también hay gente extremadamente sensible con el tema. Nadie tiene porque estar al tanto de los intrínsecos técnicos de tu profesión y no te vas a molestar cada vez que te pregunten por “la cosita” o “el bichito”. Ni le vas a buscar el tono ofensivo a cada pregunta. ¡Imagínense la úlcera!

Pero mi sugerencia es que intentes explicar una o dos veces que tu trabajo no es jugar solitario todo el día. Si aún te dicen a la menor oportunidad que te ganas los reales fácil, déjalo así. Porque ya se trata de gente que no quiere entender y que probablemente esta drenando algún tipo de frustración propia. Y como uno no es psicólogo mejor no lidia con eso. Tendrá que llegar el momento en que el critico encuentre su vocación y entienda lo que significa dedicarse a crecer como profesional. Que no necesariamente significa “ganar bastante real”.


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