miércoles, 24 de agosto de 2011

A pues! ¿Será que yo hablo en Chino?

Seguramente ustedes conocen a por lo menos una persona con la siguiente maña:

Uno cuelga el teléfono y en seguida preguntan “¿quien era?”…..” ¿y que quería?”

Lo peor es que en muchos casos ni siquiera están realmente interesados en saber, pero están genéticamente programados para preguntarlo, a mi esa tarea no me la instalaron, es más, si quieren presenciar una total falta de interés, díganme algo como “adivina quién me llamó”………amigos, no voy a intentar adivinar y seguramente nunca les voy a decir “¿¿¿¿y que te dijo????”, es decir, que si me quieren contar algo es mejor que me digan de una vez “me llamó fulano, para decirme que……..”

Así pues, mi falta de curiosidad por las llamadas de otros me causa un gran inconveniente, soy mala, pero malísima para tomar mensajes, tanto así que procuro no agarrar teléfonos ajenos, me ha sucedido demasiado este tipo de escenarios:

Dueño del teléfono: ¿Me llamó alguien?

Gaby: Ah si

Dueño del teléfono: ¿quién?

Gaby: ehhhhhhh, Javier….o Daniel…… no sé, tenia voz de muchacho

Dueño del teléfono: ¿y que quería?

Gaby: hablar contigo creo yo

Dueño del teléfono: ¿y a qué hora llamo?

Gaby: hace rato……..ya no me acuerdo

Y de ahí la gente me pregunta que por qué no anoto, yo pregunto que por qué no cargan su teléfono, me dicen que uno puede tomar un mensaje o pedir que llamen de nuevo, yo les recuerdo de la invención de la contestadora automática, etc, etc, etc

Pero ahora si llegue al llegadero, resulta que trabajo en una oficina de chinos que reciben llamadas de chinos! Y que si van al baño o a almorzar me dicen, “está pendiente de mi teléfono por fa” ahora si es verdad! ¿qué posibilidades hay de que yo tome ese mensaje correctamente? Imagínense esto:

Gaby: Buenos días….

Chino: Ni hao (^&%&$#@$()_&%#@*(*(

Gaby: Aja! Que pena pero yo no hablo chino

Chino: Ah…….buenas, esta fulana?

Gaby: ahorita no pero si quiere le dejo el mensaje

Chino: dígale que la llamo &^% %^

Gaby: ¿cómo?

Chino: Yun Chi

Gaby: mmmmmmmmm ¿usted tiene algún sobrenombre? (eso no lo dije pero lo pensé)…..ok ¿cuál es su número?

Chino: ella lo tiene

Gaby: está bien yo le digo

………………………………

Gaby: fulana te llamaron hace rato

Fulana: ¿quién?

Gaby:……… Chung Li

Fulana: ¿ ¿ ¿Chung Li???? (y pone cara de que es imposible que Chung Li llamara…….me hace pensar que Chung Li ya no está entre nosotros o es algún convicto)

Gaby: bueno……. Pudo haber sido Yan Lin…..

Fulana: ¿Yan Lin? ¿Y que quería?

Gaby: hablar contigo creo yo

Fulana: ¿te dejó algún número?

Gaby: No, dijo que tú lo tenías

Fulana: ¿segura de que era Yan Lin?

Gaby: ¿tienes el número de Yan Lin?

Fulana: si

Gaby: ………… bueno llámalo a ver

Si no era Yan Lin con suerte habré reconectado alguna amistad o solucionado un conflicto ¿no?

viernes, 19 de agosto de 2011

Yo no manejo mucho


Jefa: Gaby, ¿tu puedes manejar?

Gaby: La verdad es que nunca he intentado de este lado del camino y no tengo licencia australiana, así que preferiría no hacerlo.

Jefa: Bueno, yo si manejo pero no mucho, mis habilidades no son muy buenas, además siempre me pierdo.

Gaby: yo soy buena con los mapas, no hay rollo.

Jefa: vamos entonces.

Compadre………poco sabía yo que aquello de “Yo no manejo mucho” era realmente “Yo no manejo un coño!!!” mi vida estuvo en peligro en por lo menos 4 oportunidades, la mujer se montó en cuanto murito de estacionamiento encontró, no hubo manera de que ella cruzara sin montarse en algún sitio, aquel concepto de fijarse si viene carro antes de cambiarse de canal en la autopista no existe, para ella eso no es ni un mito porque jamás lo ha escuchado, lo que escucha es la corneta de cada carro al que casi choca, cuando el GPS le dice “después de 800 metros, cruce a la izquierda” ella quiere cruzar a los 10 metros haya o no calle para donde cruzar, cuando agarra las salidas de la autopista no se termina de cambiar de canal, ella sigue de frente a la intersección, pero no vayan a creer que frena cuando ve que la tiene encima, no no, ella sigue como si no hay forma de evitar ese trágico destino.

Para darles cierta perspectiva, les comentó que en Australia se maneja del canal contrario, es decir, la isla de la autopista está a la derecha, ella con toda seriedad me hace entonces la siguiente pregunta “¿tú crees que la salida de nosotros está a la derecha o al izquierda”……a ver…… si a la derecha está la isla…….y más allá de la isla está el canal contrario…….¿qué posibilidades hay de que la salida este saltando la isla y atravesando los otros tres canales que van en dirección contraria a ti?.........tieeeeempoooooo

De alguna manera llegamos al sitio y se volvió a montar en un murito, esta vez tuvo que salir un obrero de una construcción a sacarle el carro de donde lo había metido, uno pensaría que ya todo lo peor había pasado, pero no! Ahora venía la parte de pasar 10 minutos estacionando un carro en un espacio donde cabían hasta dos! Ella no se estaciona en paralelo, sino que va haciendo como una U con el carro hasta que queda medio cerca.

Tras lo que pareció un siglo después llegamos otra vez a la ciudad y se enfrentó a lo que parecía el Armagedón……………………un sótano………..espérense……..con columnas……….nooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!

Voy yo de ilusa y le digo “yo creo que es más fácil si te estacionas de retroceso”

Y me dice “es que yo no sé manejar de retroceso”

Mieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

¿Cómo se aprende a manejar a la mitad? O sea, ¿cómo alguien considera que con manejar hacia adelante es suficiente? ¿en qué punto del curso de manejo decides que con ese 50% vas bien? Y aún más importante, ¿cómo le dan una licencia a esa mujer? ¿cómo la dejan comprar un carro?

Lo bueno es que ella es muy positiva y cuando llegamos dice….”somos un éxito! no nos perdimos”

Es verdad, lo bueno de toooodo esto es que no nos perdimos, en ningún momento del día pensé en otra cosa que no fuera encontrar la dirección correcta……la próxima vez nos vamos en tren ¿no?

martes, 16 de agosto de 2011

Servicio al Cliente

Esto va a sonar muy mal para mi querida Venezuela, pero lamentablemente es cierto, vengo de un lugar donde (en mi experiencia) la atención al cliente por lo general es un absoluto chiste, hay excepciones a esa regla por supuesto, pero como norma uno casi está agradecido de que alguien le proporcione un servicio, hay que soportar caras irritadas y comentarios tipo "si no te gusta, vete a otro sitio", eso por no mencionar al vendedor que es demasiado “cool” para venderte algo y se molesta porque lo perturbas entrando a su tienda, evidentemente hacer una queja a esta gente tan dedicada estaría totalmente fuera de lugar, porque, como premisa, todo es tu culpa, por desgracia, como sucede con muchas otras cosas, nos acostumbramos a que eso es normal, lo que hacemos es tratar de evitar conflictos y encontrar otra forma de resolver nuestro problema, bueno ... no puedo decir eso con mucha propiedad porque tengo mi historia de complicarle la vida a esos vendedores que me sacan de quicio.


Durante estos meses viviendo en Melbourne me he dado cuenta de que el servicio al cliente es más que un mito, que en realidad existe, a veces en exceso y es simplemente ridículo, sí, estoy hablando de la niña demasiado feliz en el banco que insiste en acompañarte de la puerta al cajero, o la joven siempre sonriente de la aerolínea que te anuncia que tu vuelo se ha retrasado 4 horas.


Hoy por ejemplo, fui al supermercado y el cajero marcó que le había pagado en efectivo cuando realmente le iba a pagar con mi tarjeta, inmediatamente se da cuenta de la equivocación y entra en una especie de colapso nervioso, ve para todas partes, nadie sabe qué hacer, el supervisor viene y dice "hay un código para estos casos pero yo no lo recuerdo", prueban cosas diferentes, nada funciona, he estado esperando máximo unos 5 o 6 minutos y los veo con tal crisis que les digo
"mira, si el rollo es tan grande, voy al cajero automático y traigo el efectivo, no es gran problema", la cara del supervisor se ilumina como si hubiese resuelto el sudoku del día y dice "lo podemos hacer desde de aquí ", así hicimos, todo salió bien, todos contentos , agarro mi bolsa y me voy.


Pasan 30 segundos y estoy caminando por el
oscuro estacionamiento cuando oigo a alguien corriendo detrás de mi desesperado, dije “me atropellaron”, pero entonces oigo que lo que gritan es "discuuuulpeeee!!!!!!", me doy la vuelta y es el supervisor del supermercado corriendo hacia mí con un chocolate enorme en la mano....." Lo siento mucho, eso no debería haber pasado, por favor tenga esto por toda la molestia causada ", ahora, yo se que ese chocolate no es necesariamente caro ni nada especial, pero ¿qué tal? Tengo chocolate gratis "por la molestia" de que me retuvieran ahí 5 minutos, una cosa tan simple se traduce en mi mente como excelente servicio al cliente, pueden apostar a que voy a seguir comprando en ese supermercado y muerta de la risa, porque ellos saben cómo jugar con mi mente para que piense que les importo mucho como cliente y a mi mente le gusta que jueguen con ella en ese sentido, sin duda una situación ganar-ganar.

jueves, 11 de agosto de 2011

Ser uno con Google

“Dejen que su imaginación vuele, plantéense algo que parezca casi imposible y que cambie lo que hoy hacemos a diario, tienen licencia creativa”…después de estas instrucciones uno queda como conejo encandilado en carretera, cegado por esa luz llamada imaginación que se te viene encima y no hay nada que puedas hacer sino esperarla, las posibilidades son infinitas, “crear cualquier cosa”, ¿cómo se hace eso? ¿Qué haría? ¿Cuál sería ese producto que cambiaría mi rutina y haría de mi vida lo más fácil del mundo? ¿Qué quiero yo? …… yo quiero………quiero SABER!!! Si! Quiero saberlo todo! Quiero enfermarme de poder por tener todo el conocimiento que mi mente puede almacenar y años más tarde llegar por experiencia a la fase donde acepto mi conocimiento con humildad y lo uso para guiar a otros y tratar de que no repitan mi etapa dictatorial, pero yo no quiero estudiar todo eso, yo quiero tener acceso ilimitado e inmediato, yo no quiero estar buscando cosas en Google, yo quiero ser uno con Google, quiero a Google en mi cerebro! Un Google Brain de verdad!

Imagínense una especie de aparato tipo memoria externa que nos pudiéramos conectar (la ubicación de nuestro puerto USB ya es otra discusión), un programa que detectara lo que necesitamos saber y lo busque de inmediato, paso a paso sería así:


Alguien me pregunta: ¿Sabes lo que es el Rubidio?

Yo hago una rápida e inútil búsqueda en mi cerebro con la palabra “Rubidio”

Mi cerebro genera una burla instantánea que dice ¿Qué buscas si sabes que no vas a encontrar?

Esa burla genera una búsqueda instantánea en mi Google interno y me dice:

“Aproximadamente 129.000 resultados (0,20 segundos) …… El rubidio es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es el Rb y su número atómico es 37……. Fuente: es.wikipedia.org/wiki/Rubidio”

Y yo digo automáticamente “Claro! El rubidio es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es el Rb y su número atómico es 37”, lo que no digo nunca es que lo saqué de Wikipedia.


Para los que vemos “Chuck” en TV, sería como un Intersect pero comercial y con filtros, porque sólo haría búsquedas de lo que nos interesa saber, lo demás no los ahorra, como en The Matrix pero sin los trajes negros y los enchufes en el cuello.

Más poderoso que los 3 deseos al genio de la lámpara! Más eficaz que los padrinos mágicos! Es el poder absoluto! Ya no habría más silencios incómodos en las reuniones ni caras de confusión cuando alguien saca un tema de conversación desconocido por el resto.

Ahora bien, tendría sus desventajas, en principio la que se me ocurre es que ya no se me ocurriría más nada, es decir, mi mente ya no funcionaría porque no tendría la necesidad, estaría en piloto automático todo el tiempo, habría que inventarse algo entonces que nos reseteara el cerebro para que volviéramos a pensar.

Mi segunda preocupación es que no estamos listos para semejante conocimiento, porque quiero creer que ustedes son personas sensatas, que desde que leyeron en el primer párrafo de este post que mi deseo en la vida es “saberlo todo y enfermarme de poder” levantaron la alarma contra mis tendencias totalitarias y decidieron que definitivamente no soy la persona adecuada para manejar dicho conocimiento, sin embargo, algo me dice que más de uno se puso a fantasear con lo que quisiera saber y las posibilidades que eso le generaría.

Hoy dirán “Gaby siempre con sus vainas”, pero ya verán! Llegará el día en el que estas preguntas serán hechas en base a casos reales y no a especulaciones, ¿y entonces? ¿a quién elegiríamos para manejar todo ese conocimiento?

miércoles, 10 de agosto de 2011

El Villano


En lo que pareciera una enorme cantidad de gafedades que revolotean por mi mente he tenido una revelación, no puedo decir que muy profunda pero definitivamente ha consumido gran parte de mi tiempo, en esta oportunidad mi preocupación se centra en los “villanos”, naturalmente esa palabra es sinónimo de un Lex Luthor o un Mumm-Ra (acabo de ver Smallville y los Thundercats), pero hoy llegué a la conclusión de que la esencia del villano no es el crimen o la fechoría, la cosa está en tener la personalidad de un villano, no es un título que se le pueda otorgar a un carterista o a un motorizado de estos que tocan los vidrios de los carros con la pistola y dicen “dame el blackberry mamita”, esos lo que son es unos….. (inserte adjetivo con indignación, impotencia y arrechera aquí)…., villano es el que da miedo sólo por ser y no por hacer.

Me monto en este tren de pensamientos porque hoy conocí a uno de esos villanos de verdad, es un profesor del posgrado que haría temblar al mismísimo Hannibal Lecter, hoy fue la primera clase y nunca lo había visto antes pero es simplemente la personificación de un villano, el contenido de la clase no fue precisamente trascendental, pero hay algo en él que te deja pensando en el fin, posiblemente tenga algo que ver con que flota en lugar de caminar, susurra las ideas y de pronto grita o salta mientras hace incómodo contacto visual con alguno que otro alumno, abre los ojos exageradamente cuando se le hace una pregunta como quien no cree que alguien se atreva a dirigirse a él, sonríe de medio lado cuando hace un comentario que solo él encuentra entretenido y hasta brillante, celebra las participaciones como quien escucha un horóscopo hecho a medida tipo “hay una mujer rubia que te tiene envidia”.

Nada indica que este señor sea parte de alguna actividad ilícita, por lo que a mi concierne podría incluso ser un filántropo, pero verlo hablar te remonta a ese momento cumbre de la película cuando el psicópata expone sus razones para querer destruir al mundo y comenzar de nuevo con una raza merecedora de vida, esa escena cuando uno se mete en el personaje que está amarrado a la silla y llega casi al punto de aceptar lo que dice el asesino y piensa “tiene razón, no merezco vivir”, esa realización de que la pregunta no es si vas a morir, sino cuándo? Cómo? bajo qué términos?

En fin pues, en eso pensaba hoy mientras el hablaba de la planificación de un evento, cuestionándome todas aquellas ideas de las historias donde el noble héroe justifica al villano con algún tipo de dolor de su pasado, llego ahora a la conclusión de que el villano no se hace, el villano nace.

P.D: esta reflexión será válida hasta que otra pendejada ocupe mis pensamientos.