A veces, no hace
falta hablar idiomas diferentes para que una conversación no funcione, los
obstáculos comunicacionales los hay de todo tipo.
Me remito a los
hechos:
Sábado
A: Mira! Que
transfieras a fulana
B: Yo no tengo la
clave, la tienen ustedes
Domingo
A: O sea que no
la pudiste hacer?
B: Yo no tengo la
clave, la tienen ustedes
Lunes
A: Mira! Que
pagues el teléfono
B: Yo no tengo la
clave, la tienen ustedes
A: que clave?
B: La misma
que te dije que no tenía antes, todavía
no la tengo, la tienen ustedes
A: Qué qué qué?
Qué clave?
B: La de hacer
las transferencias, tú la cambiaste
A: No, yo hice
una transferencia pero no se hizo
B: Cuando yo te
dije que la clave estaba bloqueada, tú la cambiaste?
A: No!
B: Y cómo hiciste
la transferencia que me estas diciendo que hiciste?
A: Qué
transferencia?
B: La que no se
hizo
A: No sé, esa
como que no se hizo
B: Pero para
hacerla necesitabas desbloquear la clave, de haber intentado te hubiese dicho “clave
errada”
A: Por eso!
B: Por eso qué?
A: Decía eso
B: Entonces no se
podía hacer de ninguna manera! Cómo se va a hacer sin clave? Métete a cambiarla
A: Qué clave?
Cri cri…. Cri cri…
Cri cri…
P.D: Aún no tengo
la clave