viernes, 26 de julio de 2013

5 veces 7, 7 veces 5




Paranoia o sentido común? Ni tan calvo ni con dos pelucas?


Hace unos días mi sobrina nos tuvo en vela en la casa porque le dio fiebre a altas horas de la noche. La solución estaba en un supositorio y resulta que no teníamos. Era momento de una actividad extrema: ir a la farmacia a la 1:30 am!


Así pues nos fuimos mi mamá y yo para sentirnos acompañadas. Digo yo que para eso porque como ninguna de las dos es un power ranger ni una tortuga ninja pues no es mucho lo que pudiéramos hacer por la seguridad de la otra. La gran ironía es que la avenida que siempre esta llena de policías en el día, estaba desierta por la noche.


Mi mente divagaba entre las oraciones básicas y el pensamiento del titular correspondiente “Fallecida por supositorio”, indigno por decir lo menos. Pero mi mamá se limita a decir “5 veces 7, 7 veces 5”. Sí, porque algunos somos fatalistas y otros extremadamente optimistas.


Resulta que “5 veces 7, 7 veces 5” es el mantra de protección de mi mama. Básicamente al decir esta frase, toda sensación de inseguridad desaparece. Dicen que los extremos siempre son malos, pero esta difícil eso de la balanza.


Les pongo otro ejemplo. Un sábado cualquiera en el centro de la ciudad, estacionamos el carro en una calle bien transitada. En la esquina hay dos sujetos, uno tirado en el piso con algunas señales de intoxicación y el otro de pie vigilando la zona. Mi mamá se acerca y esto ocurre:


Mamá: epa chamo! tu sabes si aquí remolcan?


Chamo: cómo?


Mamá: que si sabes si aquí remolcan? si se llevan los carros?


Chamo: bueno, remolcao’ no, pero lo puede encontra’ sin bateria


Mamá: como?


Chamo: aquí a veces se llevan la batería, aprovechan el descuio’ y se llevan la batería, cuando llega el dueño ya el carro no tiene batería


Mamá: ay si? pero como? en ese puesto donde yo estoy?.....


Yo: Mamá no entiendes?! o le pagas o cuando lleguemos no tenemos batería!!! Vámonos!


Mamá: Gaby que mal educada! el muchacho me estaba explicando algo

Yo: Vámonos!


Y así pues transcurre la vida entre fatalistas y optimistas. Andamos por la calle con el reto de alternar el sentido común con la fe en la humanidad. Ese muchacho que ve para todos lados en la esquina oscura por la que voy a pasar sera un amigo de lo ajeno? o habrá perdido algo?. Ese par parado a la salida del banco analizando gente estarán buscando víctima? o haciendo un
estudio sociológico de observación?

Será que la fórmula de relajación para todos será entregarse al mundo del “5 veces 7, 7 veces 5”? O será más prudente decirlo mientras pasas todas las llaves posibles?

1 comentario:

yessi dijo...

sabes algo mas al respecto?