Dale que no viene carro

Epa! Así no funciona la cosa por estos lares, uno lo sabe pero igual se hace el loco, yo generalmente espero mi semáforo como buen peatón, no porque yo sea muy respetuosa, sino porque siempre veo para el lado que no es y he estado cerca de ser atropellada en algunas oportunidades.

Y así lo hice esta semana en una intersección, espere mi luz para cruzar la primera calle, pero luego tenía que cruzar una calle pequeñísima y como no venía ningún carro crucé sin fijarme.

Voy llegando ya a mi casa cuando una patrulla se estaciona frente a mi, se baja una oficial y me hace señas, “¿qué querrá?” pensé mientras me quitaba los audífonos, me aclaró la duda de inmediato cuando me dijo muy amablemente “hola! ¿Te diste cuenta de qué te pasaste una luz roja?”……….y yo con tono de total incredulidad ”Noooo! ¿dónde? Qué vergüenza” yo sabía donde, pero me hice la paisa como nadie…..”En aquel semáforo, estamos en un operativo porque hemos tenido varios accidentes en la zona y yo estoy segura de que tu estarás de acuerdo en que eso es un asunto muy serio”…….a partir de este momento usé todo mi poder de concentración para no reírme porque en seguida recordé el chiste aquel de Emilio Lovera de “Coño no te ví! Ni a ti ni a la moto!”…….”desafortunadamente te tengo que multar”.

Y así me pusieron mi multa por “falla en obedecer un semáforo como peatón” de $61, por mala ciudadana, está bien, me la merezco, ahora se imaginarán que quedé obsesionada al cruzar las calles, incluso las que no tienen semáforo, cada luz roja que veo me genera como una pequeña descarga eléctrica, atenta por una estadía sin multas.