jueves, 27 de diciembre de 2012

Equipaje Ligero


¿Qué equipaje se necesita para un paseo de 5 días? No mucho… ¿verdad?.........

Error!

La lógica femenina dicta que debemos buscar la manera de que todo el apartamento nos quepa en la maleta de mano. Suena poco práctico e improbable, pero pocos momentos pueden causar tal crisis como el momento de preguntarnos ¿Qué puedo necesitar?.

¿Qué puedo necesitar? Pues todo! Tengo que prepararme para el frío, para el calor, para cuando no haya tanto calor pero tampoco llegue a ser frío. Debo llevar zapatos con los que pueda caminar, ¿pero que pasa si no me combinan con toda la ropa? ¿Llevo los zapatos que necesitan medias? ¿Y si hace mucho calor para ponerse medias? ¿Llevo suficiente ropa interior? ¿Suficientes franelas? ¿Y si me cae comida encima? ¿Y si me defeca una gaviota? ¿Y si trato de saltar una cerca y se me queda enganchado el pantalón dejándome con la ropa rota en el medio de la calle y y y y….? Pfffffff me asfixié!

Lo cierto es, que uno pasa tanto tiempo comprando cosas que necesita, que es muy difícil hacer una predicción de cuál de todas esas cosas te va a faltar en el viaje. Hay probabilidades altísimas de que alguien se doble un tobillo y tú digas “en mi casa tengo bastante voltaren”. Y eso es lo que uno intenta evitar, pero la cosa se convierte en una experiencia de desapego con los ítems dejados atrás.

Una vez superada la etapa de las decisiones, viene la parte de la distribución de los artículos esenciales. Por ejemplo: la almohadita de cuello, el shampoo, acondicionador, crema para peinar, cera para moldear, jabón, jabón facial, afeitadoras, crema humectante, humectante facial, protector solar, bronceador, crema de dientes, cepillo de dientes, desodorante, solución para lavar los lentes de contacto, estuche de los lentes de contacto, lentes de montura por si acaso….. lo básico pues!

Ah pero…. Debería meter también unas curitas y algo para el dolor de cabeza, mmmmm ¿será que me llevo este teragrip? Sí, uno nunca sabe quién se enferma. ¿Y si se me tapan los oídos? Mejor me llevo unas gotas, bueno y ya que voy a llevar esto termino de armar el kit de primeros auxilios, por si acaso.

Por si acaso, por si acaso, por si acaso…. Por si acaso termina uno necesitando unos baúles de esos que llevaba la gente del Titanic! No puede ser que uno no valga nada sin una crema para peinar o una afeitadora! Pero dígame usted si uno va a disfrutar sus vacaciones con el cabello como un león o con las piernas peludas…… no se puede! Es imperativo conseguir el espacio para todo ítem que uno anticipe que pueda o no necesitar.

Es absolutamente necesario buscar espacio para los cargadores de cuanto dispositivo móvil se esté llevando. Hay que buscar espacio para el maní del camino, para la botella de agua, para el sweater, para las cartas de UNO, para todo!

De tal manera que el viaje no comienza al agarrar camino, no no no! El viaje comienza antes, en nuestra mente lanzándonos una de Adriana Azzi y ver el futuro para poder hacer la maleta.

Eso si, no se hagan esperanzas, porque TODAS vamos a llegar a nuestro destino y nos daremos cuenta de que faltó la toalla, no metimos medias, se quedó el peine para desenredarse el cabello o sólo metimos la sandalia del pie izquierdo.

Que difícil esta época de equipaje ligero, que difícil!

martes, 25 de diciembre de 2012

El Enemigo Secreto


Si hemos tenido alguna interacción social durante el año, es muy probable que en diciembre tengamos un papelito con nuestro nombre listo para un sorteo. Y no estoy hablando de rifas ni promociones, estoy hablando del temible amigo secreto.

El concepto del juego es que cada quien tome un papelito con el nombre de alguien a quien debe darle un regalo. Dicho nombre debe permanecer secreto hasta el día del intercambio. Lo que no es un secreto es que a menos que sea un grupo muy unido y consciente de los gustos de otros, el juego se torna en una pesadilla.

El primer paso para dar un regalo adecuado es invertir un mínimo de tiempo en considerar a quien va dirigido. Parece algo tácito pero no lo es, evidencia de ello la cantidad de bufandas floreadas, batas y prendas llamativas que he recibido en mi vida.

Mi teoría es que mucha gente tiene la tendencia de comprar regalos como si fueran para ellos mismos. He allí el primer error en una serie de errores. Si a usted le toca comprarle algo a un Emo por ejemplo, ¿cuántas probabilidades hay de que le guste un hermoso vestido naranja?... ninguna! Por favor entendamos que darle un regalo a alguien no debe convertirse en “lo que a mí me gustaría que usaras”. Para eso están los makeovers.

Ojo, el regalo equivocado no siempre viene con mala intención, pero sí de la falta de atención o de nuestro propio gusto por el artículo en cuestión. Lógicamente es difícil que te guste todo lo que te regalen, más si la persona no te conoce. Pero cuando se trata de algo absolutamente opuesto a ti y viene de gente que ves todos los días del año, ya eso es incomprensible.

De tal manera que no se trata de ser malagradecido, sino de tratar de cortar ese ciclo eterno de regalos inadecuados. Por lo tanto no, no puedo fingir que usaré esos zarcillos de piedras colgantes hasta el cuello que me regalaron, ni la bufanda de seda vinotinto con flores rosas y amarillas, ni aquel chal con hilos dorados que hoy funciona de tapetito para las plantas de mi casa.

Es probable que tampoco me vean usar es lápiz labial marrón que alguna vez me regalaron, ni encontrarán esa máscara de arlequín colgada en mi casa.

Tomémonos un momento cuando tengamos que comprar un regalo y consideremos los siguientes límites:

NO le compremos una franela del Caracas a un Magallanero…

NO le regalemos un perro a quien no le gustan las mascotas…

NO le regalemos una cena en un restaurante de carnes a un vegetariano…

NO le regalemos unos tacones de aguja a quien siempre anda en converse…

NO le regalemos un pase anual al estadio a quien no le gustan los deportes…

Recibir un regalo no es bueno porque sea caro o exclusivo, es bueno porque alguien se tomó la molestia de pensar en que te pudiese gustar.  Armemos una asociación anónima de “échale coco a tu regalo” cuyo lema sea “Por un mundo sin amigos secretos traumáticos”. Es un trabajo duro pero Superman y Batman no pueden hacerlo todo en esta vida, hay espacio para más héroes silentes ;-).

martes, 27 de noviembre de 2012

Me puedo quitar los pantalones?


Ayer…

Recepcionista: Buenos días, centro médico

Yo: Buenos días, necesito una consulta por favor

Recepcionista: Con un médico?

Yo: De ser posible

Recepcionista: sólo hay citas con médicos hombres

Yo: no hay problema, yo no discrimino


Hoy… me atiende un doctor avanzado en edad, asiático, abotonado hasta el cuello…

Dr: Buenas tardes, cómo puedo ayudarla?

Yo: tengo una alergia terrible en la piel, fíjese (le muestro los brazos)

Dr: es sólo en los brazos?

Yo: no, en las piernas también

Dr: descríbame la alergia en las piernas, rojiza? Con escamas? Con punticos blancos?

Yo: y no le sirve mejor que yo me baje los pantalones y usted decida qué forma tiene la alergia?

Dr: necesita que llame a una doctora?

Yo: y usted no es doctor?

Dr: si, pero que si necesita que llame a un médico mujer?

Yo: para qué?

Dr: para revisar la alergia en las piernas?

Yo: ……….. le incomoda que me baje los pantalones?

Dr: es por comodidad del paciente

Yo: ………… a mi no me incomoda bajarme los pantalones

Dr: …………

Yo: hagamos una cosa, en vista de que ya me bajé los pantalones, usted fíjese en la alergia


Después de presenciar tan alto nivel de pudor por parte del médico y no mío, sabemos que no podía dejar eso así. El momento era indicado para la siguiente pregunta:

Yo: Dr. Qué pasa si yo necesito un chequeo ginecológico?

Dr: (en absoluto pánico batiendo las manos en el aire) necesita que le llame a una doctora?

Yo: no no no tranquilo, no le estoy pidiendo que me revise nada ni que meta la mano en ningún sitio…… le pregunto que pasaría en ese caso, porque ahí si tendría que quitarme los pantalones

Dr: tenemos doctoras mujeres!

Yo: ok ok, no ha pasado nada, que tenga buen día…


La próxima vez elegiré a otro de los boticarios de la comarca, uno que si me deje quitarme los pantalones…

lunes, 12 de noviembre de 2012

Cúrame la tortícolis


Hay tantos proveedores de servicios que una tiene que buscar. Que si la manicurista que no te maltrate, que si el odontólogo que no te aterre, que si la peluquera que te estire los chichas, etc. En esta oportunidad me encontré en la imperante necesidad de un masajista. Hace unos meses visité a una que me funcionó pero encontrar una cita con ella es dificilísimo! Así que decidí probar suerte con cualquier otra. Error…error…error.

Voy con mi tortícolis a un establecimiento chino:

Yo: Buenas, necesito un masaje en el cuello por favor

China 1: De cuerpo completo?

Yo: No, de cuello completo únicamente (igual no es que tenga mucho cuello)

China 1: Pase por aquí, deje el bolso en la camilla y siéntese en la silla


Estupendo uso de los recursos


Era uno de estos sitios donde te ponen una toalla caliente encima y así te dan el masaje. Se aparece entonces una segunda china de 1,45 metros aproximadamente, flaquísima por supuesto. Y ha empezado a ‘masajearme’ el cuello. Ni bien me había tocado cuando ya yo estaba a punto de lágrima! Esa mujersita (literalmente) estaba atentando contra mi integridad! Con el codo, con la mano, con el antebrazo, todo era igual, un solo dolor! Ya yo estaba casi de rodillas gritando cuando me dice “está bien la plesión o más suave?”….. Honestamente ya me tenía tan asustada que no quería llevarle la contraria. Acto seguido me dice “quiele masaje en la cabeza?” y yo casi llorando “noooo! Por favor la cabeza no!”, me la imaginé borrándome hasta la memoria. Yo me quejaba y ella respondía “muy sensible, debe aguantal”.

Hasta cierto punto la situación era humillante porque estaba a merced de una persona tan pequeña, pero que hacía tanto daño. En una de las retorcidas vi un letrero en la pared que decía “No sexo. Sólo masaje!”. Una parte de mi encontró poco probable que alguien se confundiera, a menos que fuera un fetiche muy muy específico que no soy nadie para juzgar. Otra parte de mi vio una oportunidad de escape, por un momento pensé “si me pongo a gritar aquí y le finjo un orgasmo a esta china loca a lo mejor se ofende y me bota del local”. Una medida extrema pero me estaba matando ese metro y pico de tortura! Poco me importaba que me botaran de ese sitio con acusaciones de baja moral. Mi objetivo era preservar  la movilidad de mi cuello tanto como se pudiese. Muy seriamente estaba considerando el grito de éxtasis que pudiera significar mi escape “ohhhhhhhh ahhhhhh duro china duro ahhhhhh!”, es decir, cualquier cosa, ya esto era una escena de manicomio.

Creo que la china me leyó la mente porque me dijo “listo, quiele mas tiempo?”, y yo “no! Muchas gracias, muy amable, chao, que tenga buen día” y hui tan rápido como pude, no se si bajé las escaleras o me lancé, da igual. El punto es que quedé más torcida que antes, ahora era como una versión nueva del Jorobado de Notre Damme. Qué hacer? Qué hacer? “Bueno, ni modo, voy a tener que buscar otro masajista porque sencillamente no me puedo mover”. Afortunadamente este masaje no había costado mucho, en términos monetarios, porque en términos emocionales y físicos fue el precio más caro de mi vida.

Entré entonces a otro local, me preocupó un poco que todos eran chinos otra vez. Me preocupó un poco más que el que me tocaba a mi no sólo era de los pocos chinos con sobrepeso que hay por ahí, sino que además medía como 1,80 metros. Mi reacción inmediata fue “ahora si me mataron”. Pero mi dolor y mi contractura ya estaban a un punto que iban más allá del razonamiento, más allá de la moral o cualquier otro valor. Ya yo pensaba “si a este hay que gritarle algo pues se lo gritare pero que me enderece!”. Y para mi sorpresa… encontré al chino masajista de las manos mágicas! El gordito me ha devuelto los músculos a su sitio y ya puedo voltear otra vez. Me tuve que controlar para no salir de ahí cual obrero de construcción aburrido en hora de almuerzo, “qué pasó goldito pídeme la luna y te la bajo”, o sea, ya nada me importa, en total modo supervivencia por la cura de una tortícolis.

Me complace anunciarles que escribo este post sin collarín y que puedo voltear la cabeza a ambos lados. El episodio de la china quedará en mi memoria para siempre pero lo superaré. La vida continúa y seguramente esta no será mi última tortícolis. Tengo aquí unos vouchers para referirle clientes al local de la tortura por si están interesados. Eso si, ya saben que no pueden confundir su gentileza con avances sexuales. No sean cerdos!

jueves, 8 de noviembre de 2012

Mucho gusto.... soy desordenada!



Hay dos tipos de personas, las que dicen “Será que es muy difícil quitarse la ropa, ponerla en la cesta de ropa sucia o guindarla otra vez si está limpia?”, y los que dicen “Yo sé cuál es la pila limpia y cuál es la pila sucia”. Los primeros son unos maniacos, los segundos somos gente normal.

Compañeros desordenados, nosotros sabemos que es completamente aceptable saber que hay un zapato debajo de la cama y que solo debe rescatarse si pretendes ponerte ese par, si no, puede quedarse ahí, total, no hace ningún daño. Sabemos también que una silla en el cuarto no es para sentarse, sino para ir poniendo la ropa que te pruebas y decides no usar ese día. 

La gente ordenada nunca cree la frase “yo tengo un orden en mi desorden”, pero es completamente cierta! Desordenado que se respete tiene por lo menos dos pilas de ropa en algún rincón, la recién lavada y la que ‘aguanta otra vuelta’. Claro, les pido que sean conscientes, ‘aguanta otra vuelta’ quiere decir que se pusieron algo por muy corto tiempo y no recibió ningún tipo de secreción corporal; a menos que sea su ‘nipa’, en ese caso queda a discreción del usuario.

Uno tiene un sistema que ha tomado años desarrollar. No es de la noche a la mañana que uno decide cual es la gaveta sin clasificación donde se guarda cualquier cosa. No es un capricho que la ropa interior no esté perfectamente doblada o que las medias no estén hechas bolita. Todas esas son características distintivas de nuestra codificación genética.  Dígame usted qué clase de persona se pone a doblar perfectamente la sábana de forro de la cama, una persona que se dedique a controlar esas liguitas debe tener otra cantidad de problemas reprimidos con los que debe lidiar. Y si esa persona plancha las sábanas el problema ya es muy serio.

Qué clase de persona saca el gancho del closet con cuidado, agarra la ropa y luego devuelve el gancho a su sitio? Esa es una persona que necesita ayuda psicológica! De lo contrario no existieran esos ganchos doblados o rotos que todos tenemos. Qué clase de persona tiene los potes de comida ordenados por tamaño y con su respectiva tapa? Qué clase de persona abre la caja de cereal tan perfecta que la pestañita vuelve a cerrar? Una persona que tenga tiempo y disposición de planchar un pañito de cocina es alguien a quien hay que presentarle el mundo de youtube, sudoku, facebook, crucigramas o lo que sea que lo aleje de esos hábitos macabros.

Amigos desordenados….. unid! Seamos uno contra el mundo de gente que arregla sus productos de aseo personal por orden de tamaño y frecuencia de uso. Seamos uno contra la gente que siempre tiene una libretica con bolígrafo al lado del teléfono, y más aún, anota los mensajes! Seamos uno contra la gente que nunca pierde las llaves. Seamos uno contra la gente que hace una lista antes de ir a hacer mercado y la respeta. El mundo real no es así, uno va al mercado y allá decide. Uno puede cambiar perfectamente de marca de acondicionador si ve otro más atractivo, uno compra palillos de pasapalo inútiles porque estaban en oferta ese día. Seamos uno contra la gente que lee las instrucciones de todo aparato y guardar los manuales, eso no hace que funcionen mejor; déjese de eso, sea normal y olvídese de la existencia de esos libritos. 

P.D. Recordemos siempre que ser desordenado no es ser cochino, vivir en el chiquero jamás! Hay un mundo de higiénico desorden que mantener. Cuento contigo!

lunes, 22 de octubre de 2012

Y el queso que había en la mesa también se lo comió!


¿Ustedes saben cuánto tiempo tenía yo que no me robaban? Hace uuuuuffffffff…..

A mi afortunadamente nunca me han asaltado a mano armada ni en ninguna situación de confrontación, espero que la racha se mantenga por supuesto; pero que me abrieran el bolso y me tumbaran algo si era una cosa rutinaria. Por muchos años los carteristas tuvieron una fijación con mis calculadoras, me robaron como 6, yo me imagino que se notaba que ni las sabía usar y ellos le habrán dado mejor uso.

Vueltos en los bolsillos de las carteras? Tumbados!  

Aparatos electrónicos en la casa? Tumbados!

Chaquetas en mostradores de banco? Tumbadas!

Artículos olvidados en alguna feria de comida? Tumbadísimos!

Lo que si me ha pasado es que se me acercaba alguien dudoso a decirme “que fue mami? Tienes ahí pa’ completar el pasaje?”…. y uno le da lo que tenga en el bolsillo porque es preferible no averiguar si ese hombre necesitaba pasaje o tenía alguien que le diera la cola.

Pero resulta que de este lado del mundo la cosa es más relajada, la gente te avisa cuando se te cae algo, nadie toca tu cartera, los departamentos de “objetos perdidos” no son un mito, son de hecho un sitio donde hay cosas esperando por su dueño, la cartera no tiene que estar soldada a tu hombro, ni se te acalambra el brazo de tanto resguardarla.

Sin embargo! He sido víctima de un miserable! Aquí entre nos yo creo que fue un tema de enseñarme una lección, lo cierto es que mi bolso estaba en una esquina donde no lo tenía del todo vigilado.

Ahora bien, ¿por qué digo que hubo ensañamiento?, porque el condenado ladrón se ha dado a la tarea de revisar cada bolsillo de mi cartera para llevarse cada moneda! Incluso las de 5 centavos que no acepta ninguna máquina! Y lo peor, lo que demuestra lo miserable del personaje, me ha robado hasta la tarjeta del metro!!!! Por cierto, ojala lo uses y te multen porque eso no tenía nada de plata, capaz y estaba hasta en negativo. Lo que le faltó fue comerse unas galletas que tenía, a lo mejor no eran de su gusto, mala mía no pensar en quien pudiera estar necesitando galletas.

En fin querido amigo a amiga, espero que hayas usado mi plata en algo productivo, a lo mejor te compraste unos traguitos con eso y la pasaste buenísimo. Espero no me juzgues por esperar que te de por lo menos un ratoncito, una ligera indigestión o una diarreíta, nada dramático, sólo un llamadito de atención para que lo recuerdes la próxima vez que te confundas de cartera y te lleves la plata de otro.

Mis cariños para tu mamá!

5 hombres y una Minivan


No, no es una comedia romántica británica ni una película de adultos, es la explicación de por qué si alguien me vio entre el 5 y 9 de octubre, me puede haber escuchado decir una que otra frase escatológica, en una actitud más que relajada, compartiendo detalles de mi actividad intestinal en baños portátiles u opinando sobre clubs nudistas y mujeres de moral distraída. La verdad es que cuando uno viaja con un superávit de testosterona, llega a perder esa condición de “jevita” que alguna vez tuvo. Es verdad que en el viaje había otra fémina, pero el XY sobrepasó cualquier nivel de estrógeno posible.

Lo cierto es que hombre en van no mete la basura en la bolsita, hombre en van deja sobras de pollo frito tirado, hombre en van desconfía de las instrucciones de quien le lea el mapa, hombre en van discrepa sobre lo que dura un tanque de gasolina, hombre en van no teme cantar canciones pavosas, hombre en van indica sin temor y con detalles sus necesidades fisiológicas.

Y uno pues se entrega a esta situación y se vuelve un hombre en van honorario, uno se olvida de delicadezas y se sienta con las piernas abiertas, avisa lo que va a hacer en el baño y exclama “Tranquilízate? Tranquilízame este!”

No se vayan a alarmar, no es permanente, ya tuve un intensivo de feminidad y todo ha vuelto a la normalidad, llegué pintándome el pelo, haciéndome manicure, pedicure, depilación, exfoliación, etc. 

Necesitaba un recordatorio de que yo no soy varón!

Lo que si me quedó claro es que mis 5 hombres en minivan son fantásticos! Yo sí les recomiendo un viaje con esta gente porque la van a pasar bien. Es más, para el que quiera más información, aquí les dejo sus perfiles.


El Presi

Líder de este movimiento, el promotor de este viaje, personaje que intenta hacer un balance entre la motivación, el desorden y la reflexión.

Obstáculos: Tecnología y la explicación de frases autóctonas.

Punto de quiebre: Hacerle sándwiches a otros hombres esta fuera de discusión, cada hombre se hace su pan.

Contribuciones: “en Altagracia es así”, “flor batuta”, “con ‘ti mitá”


El Vice

Uno de los choferes designados, nunca entregó el mando, no sabemos si fue amor al carro o dificultades como copiloto. Para preocupación de sus pasajeros, tiene la costumbre de quitar la vista del camino de vez en cuando para comentar los paisajes.

Obstáculos: Magallanero

Punto de quiebre: Apple, que nadie critique a Apple!

Contribuciones: “Alguien necesita romper la loza?”, “A quien se le rodó la caraota?”



El Chofer durmiente

Segundo chofer designado, se tomó un Panadol antes de salir y no despertó más durante las próximas 8 horas, con excepción de unos segundos cada hora para cantar dos líneas de la canción de turno.

Obstáculos:  Viajar lejos de la comida

Punto de quiebre: Que no le quieran hacer un sándwich

Contribuciones: “Marico es un favor”, “Marico tu de verdad trabajas en eso?”, “Cebito de ojo”



El Abogado

Se paga y se da el vuelto, el que hace la pregunta, da las dos posibles respuestas, debate consigo mismo y luego saca la conclusión. El abogado no tiene miedo de lanzar un comentario, si cala o no, eso se resuelve en el camino.

Obstáculos: Que el acceso a un baño esté limitado

Punto de quiebre: Venezolanos que quieran que les resuelvan la vida

Contribuciones: “este burrito está pidiendo relevo”, “como no me pude meter 6 botellas por el …..”



El Testigo

Ente de observación, reacio al uso de apoyacabezas y cinturones de seguridad. Usuario fiel a las redes sociales y cazador de cobertura celular.

Obstáculos: La cobertura de Vodafone

Punto de quiebre: Apple vs. Samsung

Contribuciones: “CSM Vodafone”

domingo, 30 de septiembre de 2012

Oops… lo hice otra vez…



Diciembre 1983….

Dios: Ya esta está por salir, que le falta?

Genética: Agilidad física y coordinación pero se me acabaron, no tengo para ponerle

Dios: ya no hay tiempo, mándala así y le reforzamos los huesos, si se va a caer que no se rompa


2012…

Otra vez me caí…  pero no me rompí nada!

El paseo en bici salió muy bien, llegué al destino a duras penas pero llegué! No hubo accidentes, mucho descontrol con las velocidades de la bici pero llegué de pie y en una sola pieza.

El problema está en que lo que para otros es una actividad normal, para mí siempre va a ser alto riesgo, porque de regreso la gravedad (que al parecer estaba en su hora de almuerzo) volvió y dijo “Cómo es eso que esta vez no fue al piso? Esto hay que remediarlo!” y plam!

Al parecer, cuando vas en bicicleta, agarrar una curva en bajada a toda velocidad y apretar el freno de adelante no es la mejor idea, quien lo diría no?

Allá rodé, tremenda matada!…. Pero estamos claros en que una caída mía no es sorpresa y mucho menos noticia, lo interesante siempre pasa después, por ejemplo, mi grupo de rescate:

Amigo 1: “Yo justo me había parado para hacer un video! Casi grabo tu caída”

Amigo 2: “No te pares! Quédate ahí para tomarte una foto!”

Amigo 3: “Vamos a verte la herida, te afeitaste las piernas?”

Y fíjense que esa es una pregunta muy considerada, porque ya después de que rodaste y estás tirada en la tierra, por lo menos que no te vean las piernas peludas; por fortuna no era el caso porque mi abuela siempre nos recalcó “uno no sabe cuando va a tener un accidente y lo van a estar revisando, el aseo personal ante todo!”

Aprovecho para agradecer entonces a este equipo que no solo me recogió del suelo sino que tuvo que remolcar mi bici todo el camino de regreso mientras yo cojeaba hacia mi casa, muy profesionales muchachos.

Pero el premio al mejor resumen de mi vida de torpeza y caídas se lo doy a mi mamá, por un mensaje claro y preciso:

Yo: Mamá, adivina que, me di tremendo co@#zo en la rodilla

Mamá: de donde te caíste?

Yo: de una bicicleta

Mamá: *carcajada ensordecedora* pero que haces tu buscando el peligro? Repite después de mi “Sólo debo hacer pilates, y eso porque ya estoy en el piso”

Mi más reciente adquisición
Así son las cosas, un moretón más para la colección, mi bolsa de hielo ya casi habla al salir de la nevera “ooootra veeez?”

Lo bueno es que de tanto que me he caído ya voy desarrollando expertos conocimientos en tratamiento de heridas.

Saludos desde mi cama con hielo y la pierna en alto! 

domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Para qué votar en el exterior?


Cuando un venezolano decide hacer vida en otro país generalmente pasa una de estas cosas, o se desentiende por completo de lo que ha dejado atrás o desarrolla más arraigo por su tierra. Ninguna de las dos cosas es más válida que la otra, simplemente son realidades distintas, maneras de afrontar su nueva situación de vida. 

Les voy a contar de un grupo de venezolanos que son ejemplo del segundo caso, en Melbourne he tenido la oportunidad de conocer a muchos compatriotas que orgullosamente se identifican con su país y no pierden oportunidad para sacar una bandera. 

Es evidente que quien se va de su país es porque busca algo distinto, bien sea un tema de seguridad, estilo de vida o simple aventura, no sería del todo sincero decir que te vas por una causa política, o que no estás en desacuerdo con algunos aspectos de tu idiosincrasia.

Lo que he podido ver en el poco tiempo que tengo aquí, es un grupo de gente que si bien se ha adaptado muy bien a su nuevo lugar de residencia, sigue extrañando su país natal, quizá no como el sitio mas idóneo para la cotidianidad, pero si como un ideal de sentido de pertenencia; gente que trata de promover lo más positivo de su cultura, a través de la música, la comida, el deporte, las tradiciones o su forma de ser.

¿Por qué ese deseo ahora de ir a votar? ¿Por qué no desentenderse? Porque hay cosas en tu vida como inmigrante que te unen diariamente a Venezuela, las llamadas, las videoconferencias en Skype, el twitter, las páginas de noticias, las cadenas alarmistas del blackberry, las comparaciones de “igualiiito que en Venezuela”, etc. 

Votar es la acción que te permite sentir que estás dando tu opinión en la gerencia de un país que no es solo tuyo, sino de los familiares y amigos con los que hablas siempre, a quienes les escuchas los cuentos de “no vas a creer lo que pasó ahora” o “te enteraste de lo que dijo fulano?”. Es como la llamada anual que le haces a alguna tía para felicitarla por su cumpleaños, que le demuestra que sabes que sigue ahí y que te acuerdas de ella aún y cuando no la visites frecuentemente.

Muy en lo personal considero que votar es uno de esos privilegios que vale la pena utilizar, es mucho más efectivo que tomar parte en situaciones conflictivas por diferencias de ideales y definitivamente mucho más efectivo que quejarse frente a un televisor. No todos los países del mundo tienen elecciones directas, de hecho, no todos tienen elecciones, aprovecha que el tuyo sí y expresa tu opinión de una forma válida.
Si estas en Australia espero verte en Canberra este 7 de octubre, y si no, espero ver tu típica foto en facebook o twitter con el meñique morado diciendo “ya voté!”.