jueves, 28 de abril de 2011

Te tengo en salsa y no es de tomate!

La convivencia es un plato que se come frío………..bueno no va así exactamente el dicho pero le cuadra perfecto, yo he vivido en suficientes residencias en mi corta vida como para saber que de todo te puedes conseguir, los que me conocen saben de algunos escabrosos detalles al respecto, detalles que incluyen quejas, manías, pelos en la cañería, cucarachas, inseguridad, desaparición de las pilas del control remoto y así cualquier cantidad de cosas a las que te enfrentas al vivir con otras personas.

Aquí en Melbourne vivo en una residencia que es lo más parecido a una misión de la ONU que se puedan imaginar, son 29 habitaciones, lo que quiere decir que tengo 28 “roommates” o “flatmates” como les dicen aquí, pero aunque el número asusta no es realmente terrible, nunca coincidimos todos y de hecho aún no sé si los conozco a todos, cuando mucho estamos 10 al mismo tiempo en las áreas comunes, excepto cuando están los árabes que andan siempre en manada y hacen más bulto.

No me puedo quejar, he conocido mucha gente interesante, pero siempre hay alguien, alguien que dices “ayyyy chaaaamoooo”, obviamente de tanta gente no todos te van a agradar, muchos te van a dar igual y capaz ni te enteras de que no están, pero ese fulano que no te cae del todo bien siempre se hace notar, cosas de percepción supongo, uno llega a preguntarse “¿será que su misión en la vida es irritarme?” pero no, es una habilidad que logran de pura casualidad, esta gente que se ríe como “jaja jajaja jua” y al final como que se ahogan, esta gente al estilo……Beavis and Butthead, Dumb and Dumber, esta gente que mientras más alta más gafa que hace que uno se pregunte si el crecimiento les afecta, esta gente que……….bueno ya se hacen una idea ¿no?

Al principio me dije “nah! Es un bobo pero esa es su personalidad!” pero les cuento este decisivo episodio que me hizo determinar “es en serio, te tengo en salsa Torombolo!”:

Estaba yo en la cocina con intenciones de hacerme una empanada, dañé la masa porque le puse mucha agua y tuve que improvisar algo que no se sabe si era una arepa o una panqueca pero ese no es el punto, total yo estaba ahí friendo mi cuestión y habían dos personas más haciendo sus respectivas cenas, yo no huelo pero comprendo la noción del olor a fritanga, sin embargo al no ver humo no me preocupa, ya había terminado y me dispongo a lavar mi sartén, estaba caliente e hizo “shhhhhhhhhh” al contacto con el agua, ¿buena mi onomatopeya no? Shhhhhhh, perdón me desvíe…….

Justo en ese momento de la nada entra “Torombolo” a la cocina y hace un sonido como (aquí les va la onomatopeya otra vez) IIIAAACCKKKKKKK, algo que en Venezuela traduciríamos a “Qué bolas!!!!!” y acto seguido prende el extractor, abre la ventana y se vuelve a ir, de la nada, de donde apareció.

Ahora bien, pudo haber sido que le molestó el olor o que vio humo que yo no vi, pero si había otras dos personas en la cocina que no estaban perturbadas…….. ¿cómo fue que se perturbó él que ni siquiera estaba allí?, ¿cómo fue que se sintió en la necesidad de movilizarse desde donde estaba sopesando sus múltiples y profundos pensamientos hasta la cocina para luego volverse a ir?.............ahí! ahí es cuando yo te digo “Ayyyyyyy Torombolo! Te tengo en salsa y no es de tomate!!!!!”

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