jueves, 1 de mayo de 2014

Yo Te Dije

¿Cuántas veces les han dicho “Yo te dije”?


¿Cuántas de esas veces el “Yo te dije” ha sido más irritante que el motivo del reclamo?


Resulta que hay una gran cantidad de gente aparentemente apegada al sentido de la anticipación. Pero no para prepararse ellos, sino para justificar lo que le hacen a otros.



Por ejemplo:


El plomero te da dos posibilidades, pasa 2 horas tratando con la primera y luego te dice “Vamos a tener que tratar con la segunda, yo le dije que no iba a funcionar”.


Tu hermana se va todo el día y deja a tu sobrina echando “varilla” en la casa. Cuando llega y le reclamas te dice “Yo estaba almorzando y en el cine, yo te dije”.


Tu mamá te saca el efectivo que tenías en la cartera sin avisarte y cuando le preguntas te dice “Es que no me daba chance de ir al cajero y así era más práctico ¿no te dije?”


El encargo no se tarda 2 días, se tarda 4… “Yo te dije”


Mi carro está en tu puesto… “Yo te dije”


Compre otro color de pintura… “Yo te dije”


Y uno todavía se toma unos segundos de reflexión para descartar que esté perdiendo la memoria. Como si el problema fuera de conocimiento, parece que esperaran que les dijeras “ah claro todo este tiempo me he sentido un poco irritada pero que ya que me recuerdas que me lo habías dicho, no hay problema, todo inconveniente queda borrado”.


Para mí, el “yo te dije” es como el primo hermano de “ya lo iba a hacer”, ahijado de “lo tengo pendiente” y amigo entrañable de “eso lo hago rapidito”. Son frases que no significan nada para el que requiere de alguna acción. Es ese “si vendemos, pero ahorita no hay”, “si la vi, pero no me acuerdo”, “lo iba a hacer, pero se me olvidó”, “me iba a parar, pero me quede dormido”, “mañana voy”. Y ni hablar de "yo te iba a decir", esa sí es una cachetada al sistema nervioso.


Y te quedas ahí, cayendo mentalmente en el espiral aparentemente anunciado. Repitiendo tu mantra de preferencia. El mío desde hace años es “Soy una roca, nada me mueve”.


Y no pasa nada.


Yo me voy a mandar a hacer un sello personal que diga "te escuché", y se lo pongo en la frente a todo el que me diga algo que deba recordar. Así cuando me diga "yo te dije" le voy a poder decir "ya veo".


La próxima vez que le digan a alguien “Yo te dije”, noten como queda en un estado de anestesia general. Incrédulo ante lo que escucha e inseguro sobre la reacción a mostrar.


¿Les ha pasado? ¡Yo les dije!